El Centro de derechos humanos de la Montaña Tlachinollan en su ultima rubrica de opinión intitulada «Los civiles armados» denuncia la escalada de la violencia irrefrenable que se esta viviendo en el estado de Guerrero “donde el poder visible está ausente y más bien se hace cómplice de la criminalidad”. Tlachinollan explica los vínculos que han establecido los políticos del estado con nuevos actores que pertenecen a la delincuencia organizada y a grandes transnacionales. Afirma que el Estado ya no está al servicio ni protege a la población sino a los intereses macroeconómicos de las grandes transnacionales y los del crimen organizado, ambos vinculados entre ellos generando «un ambiente de miedo que coloca a las personas en un estado de suma vulnerabilidad. Declara que el modelo de desarrollo esta «fincado en el despojo y la privatización de los recursos estratégicos” y que “toda la fuerza del estado está focalizada en salvaguardar la riqueza de los saqueadores” mientras se profundiza gravemente la desigualdad social. Además, el Centro de derechos humanos señala la criminalización de los lideres sociales: se “desaparecen y arremeten violentamente contra quienes se oponen a esos negocios truculentos y al saqueo de recursos naturales de las transnacionales”.
En esa misma publicación, Tlachinollan informa que “en Guerrero han incubado en diferentes regiones del estado actores no estatales vinculados al crimen organizado que la misma sociedad los cataloga como grupos civiles armados. Son hombres armados que irrumpen en los poblados para arremeter contra familias y comunidades enteras.”
Tlachinollan concluye su opinión culpando a los cuerpos de seguridad y el mismo Ejército de haber sido “incapaces de contener este desorden institucional porque están llamados a proteger los intereses macroeconómicos y los diferentes giros de la economía criminal que se lavan con los negocios de las transnacionales. Nunca están en el lugar ni en el momento en que la población requiere protección. En contraste los civiles armados se desplazan con total libertad a sabiendas de que el camino está bajo su control. “
Para más información:
OPINIÓN | Los civiles armados (Centro de derechos humanos de la Montaña Tlachinollan, 5 de febrero de 2017)