En el marco del Día Internacional de las mujeres, este 8 de marzo, en Chiapas, unas 5 mil personas de diferentes agrupaciones sociales se manifestaron en 15 municipios, entre ellos San Cristóbal de las Casas, Chenalhó, Ixtapa, Pueblo Nuevo, Frontera Comalapa y Ocosingo, y bloquearon cuatro vialidades para exigir entre otras cosas, el cese de la violencia contra las mujeres y de los feminicidios.
En San Cristóbal de Las Casas, el 7 de marzo, el Movimiento Independiente de Mujeres (MIM), el Centro de Derechos de la Mujer de Chiapas y la Brigada feminista por la autonomía convocaron a una asamblea que se llevó a cabo en las instalaciones del CIDECI-Unitierra. Los trabajos implicaron compartir experiencias desde varias regiones del estado, así como ir pensando en acciones frente a la realidad que esta primera parte de la asamblea permitió esbozar. Muchos testimonios apuntaron a señalar la represión a la que son sujetos quienes se organizan para defender sus derechos. Llamativamente y casi como ilustración de lo mismo, un grupo de integrantes del Consejo Autónomo de La Costa, que viajaba a San Cristóbal de las Casas para participar en la Asamblea fue detenido en un retén de la Policía Federal Preventiva por más de 2 horas y su vehículo fue objeto de una revisión exhaustiva sin que pudieran encontrar nada.
Durante la marcha-mitín que se llevó a cabo en Ocosingo, mujeres que habían participado en la Asamblea del día anterior resumieron parte de lo hablado en un pronunciamiento público que mencionó: “las mujeres que el día de ayer, 07 de marzo, nos reunimos para compartir la experiencia de nuestras luchas y analizar los problemas que afectan nuestras vidas, nuestras comunidades, nuestro Estado y país, tenemos claro que en México y en Chiapas, la justicia no existe para nosotras. Se nos persigue, se nos viola, se nos priva de la libertad, se nos asesina. Nuestras hijas, hijos, hermanos, madres y padres también sufren las consecuencias del hostigamiento al que somos sometidas por defender y exigir nuestros derechos. En esta lucha a muchos de ellos los hemos perdido al igual que a otras tantas compañeras y los culpables siguen sin castigo”. Denunciaron también: “no es cierto que en Chiapas y en México las mujeres tengamos garantizado el acceso a la justicia y que nuestras condiciones de vida hayan mejorado, por el contrario nuestros derechos siguen siendo ignorados, seguimos siendo utilizadas a través de los programas oficiales, como el Oportunidades, para mostrar el supuesto bienestar de la población, cuando en realidad no se respetan nuestros tiempos ni nuestras decisiones, éstas se imponen y para la que no las cumpla la sanción es económica o bien la expulsión, lo que refleja, una vez más, la política gubernamental de uso de la pobreza para vencer y acabar resistencias”. Afirmaron finalmente: “Las mujeres no queremos más divisiones, no queremos que nuestros hermanos se sigan confrontando, no queremos tener a más hijos, esposos o padres en las cárceles, no queremos que el gobierno nos siga despojando del territorio que era de nuestros ancestros y por eso en esta Asamblea determinamos que la tierra también es nuestra porque la trabajamos junto con los hombres, porque la respetamos igual que los hombres, porque la sabemos cuidar igual que los hombres y por lo tanto sí es nuestra también la defenderemos junto con los hombres; y así hombres, mujeres e hijos, toda la familia, vamos a cultivarla como una forma de resistencia contra este sistema capitalista neoliberal y patriarcal”.
En este contexto, el Centro de Derechos de la Mujer de Chiapas también dio inicio a la campaña La Tierra no se vende. Mujeres y hombres la tenemos, la cultivamos y la defendemos con el objetivo de reivindicar el derecho de las mujeres a la tierra (propiedad, uso y usufructo y a la producción campesina con enfoque de género).
En la tarde del 8 de marzo, la Marcha Mundial de Las Mujeres también realizó un acto en la Ciudad de San Cristóbal y desde la plaza Catedral leyeron un comunicado en el que plantearon : «Venimos a decir nuevamente que la violencia contra las mujeres no cede ni da tregua. Vivimos una situación pavorosa en relación con los asesinatos de mujeres, de luchadoras sociales, de persecución y hostigamiento hacia las mujeres que se atreven a romper el silencio y levantar la voz. Estamos hartas de ser asesinadas a manos de quienes dicen amarnos, de morir asesinadas en las calles, en el fuego cruzado de esta “guerra” contra el narcotráfico, de morir asesinadas por abortos mal practicados, de morir asesinadas por lo que somos y lo que pensamos. (…) Ya rompimos el silencio y no nos vamos a callar. El estado no silenciará las voces de las agredidas, de las perseguidas, de las asesinadas, de las desaparecidas, porque por nuestra voz seguirá retumbando la exigencia de justicia hasta encontrarla. No olvidaremos porque el olvido reproduce la impunidad y significa una afrenta más para nuestras compañeras asesinadas y para todas las mujeres que luchan y resisten día con día”.
En el municipio de Chenalhó, 500 mujeres de la Organización de la Sociedad Civil Las Abejas, a la que pertenecían los 45 indígenas asesinados el 22 de diciembre de 1997 en Acteal, caminaron tres kilómetros y protestaron frente al campamento militar de Majomut, no sin roces con los soldados, quienes les impidieron ingresar para realizar una oración. Las mujeres de las Abejas les interpelaron con las siguientes palabras: “El día de hoy iniciamos nuestras actividades continuando el eco de las voces de muchas mujeres que gritaron desde el primer día en que ustedes invadieron estas tierras: ¡Salgan de aquí porque esta no es su casa. Ustedes dicen que están aquí para cuidarnos y no es verdad. (…) Ustedes solo están entrenados para proteger a su patrón el gobierno y a los intereses de los poderosos, no para cuidar el pueblo. (…) Ustedes también nacieron de una mujer, tienen esposa, hermana o hijas y cuando nos agreden también están agrediéndolas a ellas. No contribuyan más a la violencia y sufrimiento de las mujeres». Al llegar a Acteal, también compartieron un pronunciamiento público y se llevó a cabo una misa.
Por otro lado, el 7 y 8 de marzo, se llevó a cabo un bloqueo a unos metros del crucero hacia la entrada de las cascadas de Agua Azul para exigir la liberación inmediata de cinco integrantes de la Otra Campaña de San Sebastian Bachajón detenidos el 3 de febrero y recluidos en el penal de Playas de Catazajá (cinco fueron liberados en días previos a esta acción). El 8, en un pronunciamiento público, las mujeres ejidatarias de San Sebastian denunciaron la intención del gobierno de intimidarles, se manifestaron por la defensa de sus tierras y territorios y por la paz, y prosiguieron las protestas para exigir la autodeterminación como mujeres indígenas.
Para más información:
Demandan frenar ola de ataques contra mujeres (La Jornada, 9 de marzo de 2011)
Comunicado del Centro de Derechos de la Mujer de Chiapas
Campaña La Tierra no se vende. Mujeres y hombres la tenemos, la cultivamos y la defendemos lanzada por el Centro de Derechos de la Mujer lanza la campaña
Denuncia de las Mujeres de Mitzitón
Pronunciamiento Público 8 de marzo, Marcha Mundial de las Mujeres Chiapas
Palabra 8 de marzo de las mujeres de las Abejas de Acteal a los soldados en Majomut
Pronunciamiento de las Mujeres de las Abejas de Acteal
Palabra de Ejidatarias de San Sebatián Bachajón
Ejidatarios de Bachajón denuncian amenazas policiacas en un plantón (La Jornada, 9 de marzo)
sipaz.wordpress.com 