Guerrero: denuncia de tortura y hostigamiento por parte de militares en tres comunidades en el municipio de Coyuca de Catalán.

militares grofoto: CDHM Tlachinollan

Entre el 9 y el 13 de junio, un grupo de soldados irrumpió en tres comunidades de Guerrero (Las Palancas, Puerto de las Ollas y El Jilguero) en el municipio de Coyuca de Catalán, región Tierra Caliente. Dispararon al aire y en contra de sus integrantes que buscaban huir al monte.

El objetivo de la incursión militar era detener a miembros del Ejército Revolucionario del Pueblo Insurgente (ERPI) y en particular al llamado comandante Ramiro, cuyo nombre sería Omar Guerrero Solís, quien organizó una conferencia de prensa desde la clandestinidad el pasado 31 de mayo. En su declaración el comandante Ramiro acusó a un cacique local de valerse de un grupo paramilitar para amedrentar a los campesinos de la zona que se oponían a la deforestación o al cultivo de drogas en la zona.

Aunque el 9 de junio se presentaron 60 militares, al día siguiente, llegaron refuerzos, con lo que la cifra total de soldados ascendió a unos 500. Durante cinco días hostigaron a las mujeres y los niños que permanecieron en el lugar, y torturaron a algunos de ellos. Finalmente, el ejército se retiró el 13 de junio, cuando llegó una misión de observación, compuesta por organizaciones de derechos humanos y de la sociedad civil, incluida la Comisión de Defensa de los Derechos Humanos del estado de Guerrero (Coddehum).

Los reportes de la misión civil hablan de la tortura específica de dos personas, allanamiento de casas, colocación de cuchillos en la garganta de tres mujeres para que dieran información sobre el paradero de sus esposos; robos, amenazas E intento de falsificar pruebas para vincular a los lugareños con grupos armados y con el narcotráfico a través de la siembra de semillas de amapola, uniformes y armas.

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